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Dating hoy: el segundo paso es cuánto te quieres
septiembre 8, 2025Salir a conocer gente, ya sea después de una relación larga o simplemente porque estás soltero, puede ser emocionante… pero también abrumador.
Muchas personas llegan al dating con ganas de encontrar a alguien especial, pero en lugar de disfrutar, caen en una trampa: el sobreanálisis.
De pronto, la cita ya no es un encuentro entre dos personas, sino una especie de auditoría interna:
- ¿Me escribió lo suficiente?
- ¿Por qué no me llamó?
- ¿Pagará o pagaremos entre los dos?
- ¿Mostró interés o solo está jugando?
- ¿Por qué no me invitó a su casa todavía?
Y así, entre tanta evaluación, lo que se pierde es lo más importante: la oportunidad de conocer al otro de verdad.
¿Por qué lo hacemos?
El sobreanálisis no aparece porque sí. Suele estar conectado a heridas previas, a malas experiencias o al miedo a repetir viejos errores.
«Quien ha sido lastimado tiende a ir con lupa, midiendo cada gesto como si así pudiera anticipar el desenlace y evitar sufrir otra vez».
Pero lo cierto es que este control excesivo se convierte en un arma de doble filo: te protege de un posible dolor, sí, pero al mismo tiempo te impide abrirte y disfrutar del presente.
Lo que realmente importa
Conocer a alguien no debería sentirse como un examen, ni para ti ni para la otra persona. El dating se trata de descubrir si hay química, conexión y valores compartidos, no de pasar pruebas constantes.
Y aquí hay algo liberador: no es tu obligación llenar las expectativas del otro, ni tampoco que el otro cumpla al 100% con las tuyas desde el minuto uno. El inicio de cualquier relación es un espacio de exploración, no un contrato firmado.
Cómo dejar de sobreanalizar
No se trata de lanzarse sin cuidado ni de ignorar las señales rojas (o red flags), sino de encontrar un punto medio. Puedes:
- Recordar que una cita no define tu valor.
- Tener claros tus no negociables (lo que no estás dispuesto a tolerar en una relación).
- Practicar la escucha y la presencia: más que estar en tu cabeza evaluando, dale espacio a la conversación.
- Entender que el objetivo inicial no es encontrar “al indicado” en la primera cita, sino simplemente ver si disfrutas del momento.
Disfrutar es la clave
Al final, lo que más revela a una persona es cómo se siente cuando está contigo, no lo que dice en su lista de logros ni cuánto tarda en contestar un mensaje.
Si aprendes a soltar el exceso de análisis, te das permiso para que la experiencia sea más ligera, más auténtica y, sobre todo, más real.
El dating no debería sentirse como un juicio constante, sino como una oportunidad de abrir puertas.
Si realmente quieres conocer a alguien, deja de lado la lupa, confía en tus no negociables y permítete disfrutar. Porque la única forma de descubrir si alguien vale la pena, es atreviéndote a vivir la experiencia, no solo a pensarla.
Equilibrio Mental Health, equilibrando emociones.
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