
¿Qué pasaría si alguien te hablara como tú te hablas a ti mismo?
octubre 7, 2025
Del rol de víctima al poder de la responsabilidad: dejar de culpar y empezar a sanar
octubre 21, 2025A veces el miedo no se presenta como lo imaginamos. No siempre llega con lágrimas, temblores o ansiedad evidente. Muchas veces se esconde tras una coraza: en la distancia emocional, en la aparente frialdad o en ese deseo constante de controlarlo todo.
Quizás sientes que es más fácil no depender de nadie, que mostrarte vulnerable podría ser un riesgo o que, si mantienes cierta distancia, dolerá menos cuando alguien se vaya.
Tal vez te convences de que “así estás bien”, de que no necesitas a nadie, cuando en realidad hay una parte de ti que anhela algo tan humano como sentirse seguro, acompañado, amado.
El miedo, cuando no lo reconocemos, busca formas ingeniosas de protegernos.
Se disfraza de autosuficiencia, de indiferencia o incluso de perfeccionismo. Pero detrás de esa aparente fortaleza, muchas veces hay una historia de decepción, pérdida o desconfianza.
«Hay heridas que nos enseñaron —de manera equivocada— que abrirnos es peligroso, que el amor puede doler o que el afecto no siempre llega de forma segura».
Desde la psicología entendemos que estas defensas no son un error. Son mecanismos que, en algún momento de la vida, fueron necesarios para sobrevivir emocionalmente.
El problema surge cuando, en lugar de protegernos, comienzan a aislarnos. Cuando ese miedo a sufrir se convierte también en miedo a vivir plenamente.
En la experiencia de muchas personas migrantes, este miedo puede amplificarse. La distancia de los vínculos familiares, la necesidad de adaptarse a un entorno nuevo o el agotamiento emocional que implica empezar de cero, hacen que abrirse de nuevo parezca un riesgo demasiado alto.
Sin embargo, también es cierto que la vida lejos de lo conocido puede ofrecernos la oportunidad de reinventar nuestra forma de vincularnos, de sanar y de crear lazos más auténticos.
Si sientes que te cuesta confiar, mostrarte o permitir que alguien se acerque, no significa que estés roto o que algo esté mal contigo. Significa que tu sistema emocional aún está tratando de protegerte de experiencias que percibe como amenaza. Pero protegerse no es lo mismo que vivir con miedo.
«Sanar no implica derribar todas las defensas de golpe, sino aprender a distinguir cuándo te están cuidando y cuándo te están limitando».
En terapia, podemos trabajar juntos para entender de dónde viene ese temor, qué lo alimenta y cómo transformarlo en una forma de cuidado más consciente y libre.
Volver a confiar, disfrutar y abrirte a los demás no ocurre de un día para otro. Es un proceso, un camino hacia el reencuentro contigo misma y con la posibilidad de sentir sin miedo. Pero cada paso cuenta.
En Equilibrio Mental Health, creemos que nadie debería transitar ese camino en soledad. Estamos aquí para acompañarte a construir seguridad emocional desde dentro, para que puedas volver a conectar con la vida —y con los demás— sin culpa ni defensa.
Agenda tu sesión y empecemos a trabajar juntos en tu bienestar emocional. Porque sanar no es olvidar lo que dolió, sino permitirte vivir con el corazón abierto, esta vez, sin miedo.
Equilibrio Mental Health, equilibrando emociones.
@equilibriomh
equilibriomentalhealth@gmail.com




